Y por casa cómo andamos: Kicillof e intendentes se sumaron a la marcha por el Día del Trabajador
El gobernador, Axel Kicillof, participó este miércoles de la movilización que organizó la CGT en el marco del Día Internacional del Trabajador y aprovechó para criticar la reforma laboral que se aprobó el martes en Diputados.
“Ayer (por el martes) pasó algo de mucha gravedad, por los métodos y, sobre todo, por el contenido: no se trata de nada novedoso vinculado a la escuela austriaca, sino de una reforma laboral que apunta contra los salarios y los derechos”, manifestó el mandatario bonaerense junto a funcionarios, algunos intendentes y dirigentes de la CTA de la Provincia de Buenos Aires.
Kicillof señaló que “el impacto» ya se siente en la industria nacional y en las pymes bonaerenses. «El éxito de las políticas del Gobierno nacional implica la derrota de los trabajadores, de los jubilados y de las grandes mayorías populares”, consideró.
“Estamos aquí para apoyar la unidad del movimiento obrero en un momento muy difícil para nuestro país: estamos ante una nueva embestida contra los derechos de las y los trabajadores, que busca llevarnos hacia un modelo de país primario, agroexportador y sin soberanía”, destacó el dirigente kirchnerista.
En la marcha, Kicillof se abrazó a dirigentes de ATE y CTA como Roberto Baradel (SUTEBA), también a funcionarios de su gabinete como el ministro de Trabajo Walter Correa (secretario del gremiod e Curtidores y referente K en Moreno) y Victoria Donda, quien reparó en la Provincia luego de la denuncia de su empleada doméstica por trabajo en negro (quedó en la nada) y de su salida del INADI a fines del 2022.
Por supuesto, se sumaron algunos intendentes (¿propios?). El más visible, sosteniendo la bandera de la columna paraestatal bonaerense, fue el intendente Pablo Descalzo. El primogénito del histórico barón del PJ también subió un saludo por el «día del trabajador» en redes, aunque su gestión no se animó siquiera a publicar el aumento que le dio este mes a los municipales, del orden del 20%. Esto a pesar de que en enero metió un ajuste del 50% en las tasas, municipales (otro 30 en octubre) y las viene actualizando por el IPC.
Fue el propio sindicato municipal (SEMI) que conduce el peronista Miguel Ángel Colli el que subió a Facebook la pobre paritaria que consiguió en Ituzaingó, tras varias petitorios formales presentados en marzo. El ¿acuerdo? incluye otro 25% en junio. En estos primeros cuatro mes del año la inflación fue del 60%.
Además, Ituzaingó es uno de los distritos con peor nivel salarial. Según el Presupuesto aprobado en diciembre, los básicos arrancan en 50 mil pesos para el personal administrativo. La oposición no puede saber cuántos empleados hay. El Sindicato anunció un pase a planta. Sin números. Sin nada parecido a transparencia.
Todavía más caradura, el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, publicó la foto de la nueva paritaria municipal «en vísperas del Día del Trabajador, junto al Secretario General del Sindicato de Empleados
Municipales José Luis Núñez y el Jefe de Gabinete Gustavo Soos», a su vez interventor de la Universidad del Oeste.
“Además del aumento del 40 % que impactará en los haberes del mes de mayo, acordamos brindar una garantía salarial para aquellos empleados que cumplen jornadas laborales de 6 horas diarias, que tenían los sueldos más bajos”, informó el mandatario, sin ofrecer cifra alguna. Algunos medios locales le atribuyen el compromiso de que «nadie va a cobrar menos de 150 mil pesos». El salario mínimo está en 202 mil y se está por actualizar por decreto presidencial. La CGT pedía que se duplique, por efecto de la inflación.
Peor aún es la situación de los jubilados. Como se ve en los recibos publicados en esta nota, se nutren de los pobres aportes al IPS que hacen en cada comuna. Los de Merlo, en marzo, cobraban $70 mil en mano: debajo de la canasta básica alimentaria y de la línea de indigencia. Una vergüenza de la que sindicalistas militantes no reniegan. Mario Salcedo, referente local de la FESIMUBO, no fue parte de la foto con Menéndez e ironiza: «Estamos muy contentos porque los municipales de Merlo no vamos a pagar ganancias».